13 marzo, 2007

Día chido

Fíjense que les cuento, jajaja, que hoy fue un día bastante chido, primero porque ya voy a aprender a tejer, en telar de cintura, ya tengo algunos materiales y me faltan otros pocos. Según yo, tengo los hilos, la cosa que se pone a la cintura y unas espinas de punta de maguey que sirven para separar los hilos cuando se juntan.

Aquí está la foto de mis "cosas" para tejer, jeje.



Las bolitas las hice yo, jajaja, osea esos como hilos rojos que no son bolita, ya los voy a hacer bolita, me parece muy entretenido la verdad. Después de que termine con los hilos de colores tengo que hacer bolita el hilo blanco, asu!, jejeje.

La otra cosa chida que me pasó hoy es que me di un baño de Temazcal, otra cosa que vengo a conocer por acá a pesar de que en Sonora también hay pero... yo no sabía (Shaparra inculta!). Y para no verme ignorante me puse a buscar que era en sí, sus origenes y esas cosas.

¿Qué es un Temazcal?

El Temazcal es un baño prehispánico que se generalizó entre las culturas de meso América y cuyos vestigios más antiguos se hallan en las zonas arqueológicas de Palenque en México y Piedras Negras en Guatemala, aunque sus orígenes podrían ser más remotos: hoy en día se conocen y utilizan estructuras provisionales hechas con varas y hojas, o pieles o mantas, conocidas como Toritos, que bien pudieron ser la fuente de ésta práctica.

Su uso a través de la historia ha sido tanto terapéutico como ritual y ceremonial y su práctica sobrevive en la actualidad gracias a la tradición oral de las distintas comunidades indígenas de México.
Su nombre de raíz nahua significa casa de vapor (Temaz - vapor, calli - casa ). Técnicamente el temazcal sigue el mismo principio que el del baño Finlandés: es una estructura cerrada de pequeñas dimensiones en la cuál se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. Sin embargo un primer elemento resalta para darle identidad propia al baño mexicano: en él, no se vierte agua sobre las piedras para producir el vapor sino una infusión de plantas medicinales. El vapor es manejado, dirigido y aprovechado gracias a la utilización de un ramo frondoso de plantas frescas con el que se abanica.
El día de hoy es una experiencia conducida por un guía (temazcalero, curandero o sudador) que va aplicando una serie de prácticas de índole terapéutica o ritual: masajes, hidroterapia, aromaterapia, cantos, visualizaciones, ejercicios de meditación y catarsis que sirven para orientar las emociones y dinámicas del grupo.

¿Para qué sirve?
Actualmente se sabe que el Temazcal actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo y tonificando el sistema nervioso, así como también ayuda en problemas óseos, musculares y ginecobstétricos a través del calor del baño y las propiedades curativas de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan.

No obstante, basta entrar a un temazcal para reconocerle cualidades de orden espiritual. La relajación que la experiencia genera incita a la introspección, la reflexión, la atención plena y hasta una dilatada percepción del transcurrir del tiempo. Se trata, quizás, de una forma de experiencia de la temporalidad divina que, como a punta Mircea Eliade, "Se presenta bajo el aspecto paradójico de un tiempo circular, reversible y recuperable como una especie de eterno presente mítico que se reintegra periódicamente mediante el artificio de los ritos."

El temazcal considerado en uno de sus aspectos más simples como un baño de limpieza, nos devuelve el carácter sacro y el espíritu sabroso de una actividad cotidiana que actualmente practican la mayoría de los mexicanos con asombrosa indiferencia: ignorando los orígenes y motivos de una actividad fundamental en la conformación de los usos y costumbres de todas las culturas y olvidando también, la enriquecedora práctica de uno de los hábitos más sencillos que conforman nuestra cultura y nos relaciona y vincula con muchas otras. Sus características son singulares y excepcionales, su estudio no puede mas que favorecer y enriquecer el conocimiento profundo de la sabiduría popular que es fundamental para nuestra historia y nuestra particular apreciación de las cosas.

¿Qué se sabe de ellos?
Los Temazcales varían en su forma y práctica en las distintas regiones en que se utilizan, sin embargo se trata siempre de aposentos reducidos con techos bajos, sellados a la intemperie y oscuros.
Aunque se sabe muy poco de ésta práctica entre los antiguos mexicanos, se cuenta con información proveniente de los cronistas españoles que, pese a su sensibilidad e interés por comprender lo diferente, difícilmente pudieron enmarcar en el contexto de la cosmogonia indígena los procedimientos que observaban, a pesar de que algunos lo adoptaron como instrumento de higiene.
En la actualidad son pocas las publicaciones específicas sobre el tema y tienden a enfocarse al estudio de la herbolaria. Cada vez más investigadores analizan, sintetizan y comprueban el comportamiento bioquímico de las plantas usadas por los médicos tradicionales. Aunque cada vez más la herbolaria mexicana es incorporada a los parámetros de la medicina occidental y aunque comprendamos científicamente los efectos de someter el cuerpo humano a condiciones controladas de extrema temperatura para el restablecimiento y cultivo de la salud, lo cierto es que la concepción de la enfermedad para el curandero incluye un complejo sistema de referencias místicas que han demostrado ser de gran ayuda para tratar enfermedades que hoy conocemos bajo el concepto de psicosomáticas.
Hasta el momento no existe compendio alguno que registre la práctica viva del uso del Temazcal en las distintas comunidades indígenas mexicanas ni en otros grupos sociales del país que han sido cautivados por este instrumento de higiene.
En estos estados y culturas hay temazcales :

Baja California: pai-pai, mixteco, triqui, zapoteco.
Chiapas: chol, chuj, mame, tojolabal, tzeltal, tzotzil, zoque.
Distrito Federal: nahua.
Estado de México: nahua
Guanajuato: otomí
Guerrero: tlapaneco, mixteco, nahua.
Hidalgo: otomi
Morelos: nahua.
Oaxaca: cuicateco, chocho, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, triqui, zapoteco
Puebla: nahua, otomi, totonaco
Sinaloa: mixteco, triqui, zapoteco
Sonora: seri, mixteco.
Tlaxcala: nahua
Veracruz: nahua. Tepehua, totonaco.

Ahí está el Temazcal, como ven, es algo que se disfruta mucho, es como un baño de vapor, con hierbas y además de sentir rico, es curativo. Perdón que no puse fotos de el Temazcal en el que me bañé pero no llevamos la cámara, jejeje, ese baño se disfruta mucho, es completamente desnudo recostado en hojas y te das golpecitos con unas ramitas con agua. Al fondo está una pila de piedras calientes, con las ramitas agarras agua y le votas a las piedras para que salga el vapor y te acuestas para que no te quemes la cara y te vas golpeando con las ramitas mojadas, te volteas y te das con las ramas y así hasta que te cansas. Lo bueno de este es que era como un Temazcal improvisado, pero no por eso menos eficiente, fue en casa de una tía del Shaparro, la tía Esther.




Está chida la imagen, pero no es como en el que me bañé. Más bien era como una especie de armazón con varas de árbol, cubierto con hojas de maguey y después una manta. Me gustaría dibujarles uno, pero mejor la próxima vez que vaya ahora si llevo la cámara y les prometo que subo la foto, por ahorita es lo que les puedo contar.

Bueno, ahí está mi día de hoy, les dejo unas fotos que acabamos de tomar ahorita.

Los quiero.










¿Queobo con las nubes?
¿Eh?
Jajajaja.

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